volver a la casa de la mirada roja1.- Háblanos de tu último libro. ¿Qué ha supuesto para ti? ¿Cuánto tiempo tardaste en escribirlo?

Mi último libro es un poemario titulado Volver a la casa de la mirada roja, publicado por la editorial Adeshoras. Para mí ha supuesto un paso importante en mi evolución como escritora ya que hasta ahora había publicado relatos y poemas en antologías o revistas, pero no como autora única. Ahora mis poemas llegarán a más lectores y eso es una sensación nueva muy interesante.

Respecto al tiempo que tardé en escribirlo, fue algo más de dos años. No siempre escribo con la misma constancia, me gusta reposar lo escrito, retomarlo, revisar, corregir, cambiar… a veces, me resulta difícil dar por terminado un poema. Creo que hay que dar tiempo a la escritura.

2.- ¿Cuál es el género literario con el que más te identificas? ¿Por qué?

Me siento más cómoda en la poesía pero también me gusta escribir novela y relato breve.  Cuando reflexiono sobre las razones por las que me siento más cómoda entre poemas, llego a la conclusión de que la poesía me permite sintetizar los pensamientos, las vivencias o los sentimientos de una forma más sutil. Además, el texto poético me pide ritmo y, para mí, la música es parte de mi esencia, no puedo vivir sin música. Me gusta jugar con las palabras y, todo unido, me proporciona más placer estético que la mera narración.

3.- ¿Crees que se cuestiona lo suficiente el canon literario existente actual?

1En la sociedad en la que vivimos hay poco cuestionamiento en general, así que el canon literario tampoco se cuestiona. Respecto a las escritoras, creo que no se nos tiene suficientemente en cuenta. El canon literario es muy masculino y queda mucho por hacer para conseguir la igualdad. Hay obras que pasan desapercibidas porque no entran en los formatos que pide el canon literario, así que sí, creo que se cuestiona poco.

4.- ¿Cuáles son tus referencias literarias? ¿Y de escritoras?

Me considero muy ecléctica y me gusta leer de todo, desde ensayo a novela negra o literatura infantil y juvenil. Me gustan los clásicos y las novelas contemporáneas que plantean un reto al lector, que no quieren un lector pasivo. Aunque me es difícil hacer una lista, diré que, en prosa me gustan autores como Vikram Seth o Paul Auster. En poesía podría citar a García Lorca, Vicente Aleixandre, Gamoneda o Juan Carlos Mestre.

Respecto a mis referencias literarias de escritoras, siempre me gustó mucho Carmen Martín Gaite, también Ana María Matute, Olga Tokarczuk, Leila Slimani, Siri Husvedt… En cuanto a poetas, citaría a Alejandra Pizarnik, Concha Méndez, Elizabeth Mulder, Chantal Maillard o Guadalupe Grande.

5.- ¿Cuál es el libro que te hubiese gustado escribir?

Como lectora que soy, cuando me enfrento a una nueva lectura, siempre pienso de manera inconsciente si yo hubiera sido capaz de escribir un libro así. Creo que no tengo un solo libro que me hubiese gustado escribir, cambio bastante de opinión y, sobre todo, admiro mucho a los escritores cuyas obras sé que yo nunca hubiera podido escribir.

6.- ¿Cómo relacionas la lectura con la escritura?

Creo que la lectura es una parte importante de la escritura. Al igual que no concibo la vida sin música, no puedo concebirla sin leer y, por ende, sin escribir. La lectura me apasiona desde niña. Siempre me recuerdo con un libro en las manos. Siempre he pensado que la vocación de escritora me viene directamente de la vocación de lectora. Muchas veces, cuando me preguntan a qué me dedico, respondo que mi “oficio” es ser lectora.

7.- ¿Nos recomiendas alguna de tus lecturas recientes?

Las últimas lecturas que más me han gustado han sido Esta herida llena de peces de Lorena Salazar Masso, un libro que me sorprendió por su lenguaje, temática y lirismo.  Por otro lado, me gustó mucho Los escorpiones de Sara Barquinero, por la originalidad en cuanto a la estructura de la novela, su estilo y el uso del lenguaje. También me ha gustado mucho La península de las casas vacías de David Uclés por el relato de la guerra civil a través del realismo mágico y de su extensísima familia. Otro libro que me ha parecido muy interesante ha sido Libre de Lea Ypi, que narra en clave autobiográfica los últimos años del régimen comunista en Albania. Respecto a la poesía, lo último que he leído ha sido la antología Las Sinsombrero y un nuevo 27 y Jarrón y tempestad de Guadalupe Grande.

8.- ¿Qué crees que podemos hacer las escritoras para obtener más visibilidad en escuelas, universidades, congresos…?

Hay tanto por hacer, que no sé muy bien por dónde empezar. En el mundo literario las mujeres también estamos relegadas a un segundo plano. Desde luego, creo que se deben organizar encuentros, congresos, etc. que pongan en relieve la situación y den a conocer las obras de las mujeres escritoras.  Esto desde el punto de vista de asociaciones y organizaciones. Desde la individualidad de cada escritora, sería interesante poder acercarse a los jóvenes (en escuelas, institutos, universidades) para darnos a conocer y que sepan que existimos porque, en algunos casos, pasan por la enseñanza primaria y secundaria sin conocer la obra de escritoras importantísimas. Creo que queda mucho por hacer pero hay que ir haciendo poco a poco para poder cambiar las cosas.

 

Cuestionario AMEIS Margarita Sanz

 

9.- ¿Qué estabas leyendo mientras escribías este libro o prefieres centrarte en la escritura para que nada te influya?

Normalmente, cuando estoy escribiendo poesía, no tengo problema en leer cualquier otro libro. No ocurre lo mismo cuando estoy escribiendo novela, aunque sea en la fase de documentación. Es una sensación de estar absolutamente inmersa en la historia y no poderse concentrar en ninguna otra cosa. En el tiempo en que escribí Volver a la casa de la mirada roja que, como he comentado antes me llevó más de dos años, estuve leyendo otros libros, aunque ahora no recuerdo los títulos e, incluso novela negra que me servía de distracción mientras los poemas reposaban antes de la revisión. Como he dicho antes, leo de todo.

10.- Describe cómo es tu “habitación propia”, ese lugar o lugares donde sueles escribir.

En realidad, tengo varios lugares para escribir, depende de qué esté escribiendo. Por ejemplo, cuando escribía relatos cortos, solía hacerlo en cafeterías bastante ruidosas y curiosamente me aislaba tanto del ruido, que me concentraba del todo en lo que escribía. Sin embargo, para escribir poesía me gusta hacerlo al amanecer, a las primeras horas del día, en silencio (o como mucho escuchando los cantos de los pájaros mas madrugadores). Pero una vez comenzado el proceso, para revisar y corregir, me gusta trabajar en mi habitación, en silencio (no pongo música porque si presto la atención al sonido, no puedo concentrarme en escribir o corregir), y con la puerta cerrada.