1.- Háblanos de tu último/s libros. ¿Qué ha supuesto para ti? ¿Cuánto tiempo tardaste en escribirlo?
Mi último libro publicado se titula Caleidoscópica (2024). Lo considero una hibridación de géneros: es novela corta, pero también crónica y ensayo, con un aire a libro de viajes y, en parte, a diario. Surgió de un pequeño texto que giraba en torno a un objeto que convivía conmigo durante la pandemia por Covid 19. A partir de él, fui recopilando una serie de textos inspirados en otros objetos que se encontraban en casa, y que me permitieron crear un personaje (Rebecca Una), a través del diálogo que se estableció.
El libro está ilustrado por Hermelando B. M. e intervenido por Eloy Tizón con unas notas que él ha llamado «discordantes». En Caleidoscópica, cuyo lenguaje lírico e intimista se antepone a la trama, se pueden encontrar lecturas comentadas, reflexiones sobre la propia escritura, referencias pictóricas y cinematográficas, que se entremezclan con recuerdos biográficos y memoria personal ficcionalizada. El marco temporal es el de la pandemia.
Caleidoscópica, de alguna manera, es una ramificación de mi novela anterior, Río cicatriz (2021), y la complementa. El primer borrador lo escribí a lo largo de dos años.
2.- ¿Cuál es el género literario con el que más te identificas? ¿Por qué?
Me identifico con la narrativa breve, tanto relato como novela corta. Porque es en lo pequeño donde siento que puedo expresar de mejor manera la emoción y la intensidad.
3.- ¿Crees que se cuestiona lo suficiente el canon literario existente actual?
Se está muy atento al mercado y no siempre a la calidad literaria. Hay una preferencia por un tipo de escritura ortodoxa, ligera en muchas ocasiones, con abundantes tramas que puedan interesar y entretener al gran público.
4.- ¿Cuáles son tus referencias literarias? ¿Y de escritoras?
Mis referencias literarias son muy variadas y evolucionan con el tiempo, se van ampliando. Citaré a Eloy Tizón, me encantan todos sus libros, de relatos sobre todo, a la Ana Blandiana narradora, y Miranda July. Disfruto mucho también con la lectura de Pilar Quintana, Virginia Wolf, Herta Müller, Unica Zürn, y voy a citar algunas escritoras, con las que he compartido espacio y tiempo en talleres literarios y que sigo desde entonces, como Almudena Sánchez, Emma Prieto y Tere Susmozas.
5.- ¿Cuál es el libro que te hubiese gustado escribir?
Puestos a fantasear, Plegaria para pirómanos, por ejemplo, de Eloy Tizón.
6.- ¿Cómo relacionas la lectura con la escritura?
Se complementan. Para mí van a la par. Leo siempre, tanto cuando escribo como cuando no lo hago. Y mi escritura se nutre también de mis lecturas.
7.- ¿Nos recomiendas alguna de tus lecturas recientes?
Entre las últimas se encuentran estas:
Por qué el agua del mar es salada, de Brigitte Schwaiger
Un árbol crece en Brooklyn, de Betty Smith
Blancura, de Jon Fosse
Nunca me abandones, de Kazuo Ishiguro
Los nidos, de Gloria Fernández Rozas
Días de luces y cactus, de Emma Prieto
8.- ¿Qué crees que podemos hacer las escritoras para obtener más visibilidad en escuelas, universidades, congresos…?
Hay que partir, pienso, de apoyarnos entre nosotras. De crear una hermandad y una cercanía. Como la que comparto con escritoras amigas y con un grupo muy bonito de autoras de Améis del que forman parte Eva Manzanares, Lourdes Pinel, Isabel Montero Bonilla, Mayte Blasco y Marisa Mañana.
Y, continuar, a partir de ahí: de lo pequeño y próximo.
En universidades y congresos, quizás nos podríamos introducir con el sostén de asociaciones que apoyen y visibilicen la escritura realizada por mujeres, como AMEIS. En escuelas e institutos puede ser más sencillo, pues por lo general, cuentan con una Semana Cultural cada curso académico. Yo presenté mi anterior novela, Río cicatriz en mi antiguo centro de trabajo, y sé que han participado diversos autores y autoras en otras ediciones. También se pueden organizar coloquios en librerías; como el que, con motivo del Día de las Escritoras, nos propuso la editorial Piezas Azules.
9.- ¿Qué estabas leyendo mientras escribías este libro o prefieres centrarte en la escritura para que nada te influya?
No recuerdo todo lo que leí a lo largo de esos dos años (combino escritura y lectura sin ningún tipo de restricción), pero sí leí todos los libros a los que se hace referencia en Caleidoscópica, que son entre otros: Distancia de rescate, de Samanta Schweblin, Primavera sombría, de Unica Zürn; Los cachorros, de Mario Vargas Llosa; Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño; La perra y Los abismos, de Pilar Quintana; el volumen de relatos Demasiada felicidad, de Alice Munro, Bonsái de Alejandro Zambra, el relato En el bote, de J.D. Salinger, etc…
10.- Describe cómo es tu “habitación propia”, ese lugar o lugares donde sueles escribir.
Suelo escribir en un extremo de la mesa grande, extensible y blanca que hay en mi cocina, junto a una ventana que da a un plátano de sombra y a un madroño. También, en ocasiones, en un escritorio instalado en mi habitación.