1.- Háblanos de tu último/s libros.

Carcoma es el escenario textual del consumo, de la voracidad, de la capacidad transformadora del individuo. Transita los espacios del dolor, el azar, la crueldad, el aislamiento, la identidad. Trata, en suma, de la imagen que nos conforma, de la suma de nuestras experiencias.

¿Qué ha supuesto para ti?

Carcoma ha significado para mí un nuevo aprendizaje, como cada uno de los textos y los libros que escribo. Ha significado un importante trabajo de metodología, la mini ficción exige un trabajo artesanal. Como obra temática dividida, aunque unitaria, dividida en secciones, me ha permitido jugar, encontrar y esconder algunos textos e imágenes para las personas que ya conocían mi escritura. También me ha permitido indagar en algunos temas que ya había tratado en mi obra anterior así como investigar temas nuevos.

¿Cuánto tiempo tardaste en escribirlo?

El origen de Carcoma se encuentra en otra obra que escribí con anterioridad.  Evolucionó hacia una serie de temas muy diversos que trata la obra, que está dividida en secciones. Me llevó un tiempo, ya que la mini ficción exige un trabajo de cuidado, de revisión, de medida, sobre todo. Tardé cerca de un año en conseguir la obra tal y como la quería, con esa atmósfera, un poco oscura de género negro.

2.- ¿Cuál es el género literario con el que más te identificas?

Creo que el género con el que más me identifico es la narrativa, y dentro de ella, del microrrelato negro.

¿Por qué?

Me gusta pensar que las novelas de misterio que leía de pequeña acompañaron a una curiosidad que se alimentaba de preguntas y por qué. Me gusta encontrar la explicación, quién y con qué motivo, me parecía la mejor forma de entender el mundo para vivir en él. Siempre me atrajo lo encriptado, lo insinuante y, tanto como lectora como escritora, creo que es una de las claves de cualquier tipo de historia.

3.- ¿Crees que se cuestiona lo suficiente el canon literario existente actual?

Creo que existen un cuestionamiento creciente pero que existen espacios y ámbitos que mantienen una estructura que se perpetúa en lo masculino. La fuerza de la escritura femenina es que abre camino, es inclusiva, posiciona la atención en aquellas que aún estar por reivindicar y en aquellas que están, las que empiezan y las que reinventan las reglas.

4.- ¿Cuáles son tus referencias literarias? ¿Y de escritoras? 

Mis referentes literarios son muy diversos. Si bien la literatura canaria tiene un importante peso en ellos, estos referentes se conforman por multitud de escritoras, sobre todo, de minificción y de género negro. La literatura siempre ha estado en mi vida y la novela, por supuesto ha tenido un espacio importante, así como la poesía. La narrativa siempre ha estado entre mis lecturas y mis referentes se encuentran en la literatura española, en Ana María Matute pero también en autoras hispanoamericanas como Ana María Shua, como Pía Barros, autoras combativas que han significado un antes y un después en mi escritura ya que trataban temas sociales y reivindicaban la justicia social.

5.- ¿Cuál es el libro que te hubiese gustado escribir?

Me habría encantado haber sido la autora de “Escribir” de Marguerite Duras. Es de lo mejor que he leído y estoy segura de que es una obra que escritores y escritoras conservan en la memoria, con sus luces y sombras, es una obra excepcional. Considero que es una obra de una gran profundidad y universalidad y que debe formar parte del fondo de armario de cualquiera que quiera escribir con un mínimo de seriedad y entrega. Aún así es una obra cercana, inspiradora.

6.- ¿Cómo relacionas la lectura con la escritura?

Se escribe leyendo es una expresión que me parece un total acierto. Es un estado mental que exige mucho pero que enriquece a muchos niveles, que aborda la creación de una forma total, más allá de las influencias y los temas universales. Es una retroalimentación continua para quien desea escribir. Es importante encontrar el tiempo para leer con concentración, estando presente, un proceso muy parecido al de la escritura.

7.- ¿Nos recomiendas alguna de tus lecturas recientes?

Me gustaría recomendar “Sharp Objects” (Heridas abiertas) de Gillian Flynn. Es una obra que, más allá de la sordidez, trata la soledad y la maldad desde un punto de vista que me parece muy atrayente y su narrativa es deslumbrante, para mí es muy importante lo visual en la narrativa y ella lo consigue con creces.

Llegué a ella por una recomendación y me atrajo esa atmósfera asfixiante de ciudad del sur de Estados Unidos, plagada de secretos y de verdades a medias.

8.- ¿Qué crees que podemos hacer las escritoras para obtener más visibilidad en escuelas, universidades, congresos…?

¿Cómo podemos las autoras, escritoras, reivindicar la escritura femenina? Desde nuestros espacios de creación, siempre desde la labor compartida. La colaboración es importantísima. Apoyar los proyectos de visibilización de nuestras autoras, de las que quedan por reivindicar, de las que empiezan. Es un trabajo de colaboración, de sororidad y reconocimiento.

9.- ¿Qué estabas leyendo mientras escribías este libro o prefieres centrarte en la escritura para que nada te influya?

Carcoma tardó mucho tiempo en definirse como tal puesto que su germen fue otro libro. Esa escritura pausada, de transformación y descubrimiento, siempre se gestó a la luz de múltiples lecturas, muchas de ellas, de mini ficción. Siempre he picoteado del género negro pero en esa época estaba leyendo poesía, una poesía áspera, apenas dulcificada y creo que eso se nota en el libro.

10.- Describe cómo es tu “habitación propia”, ese lugar o lugares donde sueles escribir.

Suelo escribir casi en cualquier parte ya que siempre llevo una libreta o cuaderno de bolsillo. Intento, en esos momentos, centrarme en la tarea y no pensar en nada más, tal como haría en mi espacio de trabajo, en mi casa. Esta habitación contiene libros que han sido importantes para mí por alguna razón y que han supuesto un cambo en mi escritura o una forma nueva de abordar un tema que antes veía bajo otra perspectiva. También me rodeo de imágenes de autoras, de imágenes de sus espacios de trabajo, lo que me permite conocer diferencias y similitudes. Creo que eso me acerca a estas mujeres, activistas, feministas.

Yurena González Herrera